lunes, 9 de diciembre de 2013

Primer año: encuestas e indicadores

Es difícil agregar algo a los balances sobre el primer año de gobierno de Enrique Peña Nieto que han menudeado en la conversación pública durante los últimos días. En general, parece haber más o menos coincidencia en que se ha tratado de un gobierno eficaz para administrar impresiones pero incapaz de articular argumentos; ambicioso en su agenda de reformas pero desorientado en su proyecto de país; audaz en la generación de expectativas pero limitado en la producción de resultados.

Con todo, más allá de las ponderaciones de la comentocracia, tres encuestas publicadas recientemente dan cuenta de cómo ha cambiado la percepción de la ciudadanía durante los últimos 12 meses. Según Parametría (http://j.mp/1gzQbjI), entre diciembre del 2012 y noviembre del 2013 la opinión efectiva sobre el trabajo del presidente (i.e., el resultado de restar la opinión negativa de la positiva) cayó en 50%, de 38 a 19 puntos. Según Reforma (http://j.mp/1j7tYM8), si en abril 50% aprobaba la gestión de Enrique Peña Nieto y 30% la desaprobaba; ahora, en noviembre, 44% la aprueba mientras 48% la reprueba. Finalmente, según BGC, Beltrán, Juárez y Asociados (http://j.mp/1bbPWt6), mientras que en mayo 55% estaba de acuerdo y 39% en desacuerdo con la manera de gobernar del presidente, para noviembre dichas cifras se habían invertido a 36 y 61% respectivamente.

Parametría explica dicha caída por “una suerte de escepticismo” con respecto a los beneficios que a corto o mediano plazo acarrearán las reformas. Reforma, como consecuencia de los “nuevos impuestos” (i.e., el gravamen adicional a los refrescos y la homologación del IVA en la frontera) así como de la mala calificación otorgada al gobierno en el combate al crimen organizado. Y BGC, Beltrán, Juárez y Asociados, como resultado de “una aguda percepción negativa sobre el estado de la economía”.

Los indicadores muestran que dichas percepciones negativas tienen fundamentos. En lo relativo a la economía (http://j.mp/1fbeeF9) la expectativa de crecimiento roza apenas el 1.3%; la tasa de desempleo se mantiene estable con un ligero aumento del 4.5% en enero al 4.8% en noviembre; la creación de empleos en octubre no llegaba todavía ni al medio millón; y el Indice de Tendencia Laboral de la Pobreza del CONEVAL (i.e., la proporción de personas que no puede comprar una canasta básica con su ingreso laboral) aumentó durante los primeros tres semestres del año. En lo relativo a seguridad (http://j.mp/18vhRkv), hay más continuidades que cambios tanto en la estrategia gubernamental como en la tendencia de la tasa de homicidios; se espera un incremento en los delitos de secuestro y extorsión; y los cambios en materia de derechos humanos “continúan siendo, en gran medida, exclusivamente retóricos”.

Un año después de que tomó posesión como presidente Enrique Peña Nieto, no es que la ciudadanía esté pesimista: es, más bien, que el país no marcha bien.

-- Carlos Bravo Regidor
La Razón, lunes 7 de diciembre de 2013

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